El juego CS:GO vuelve a estar en el foco de las pesquisas de la Esports Integrity Commission, que sigue empeñada en supervisar exhaustivamente el desarrollo de estas competiciones en todo el mundo.
Siguen bajo sospecha las competiciones de eSports y la ESIC está muy pendiente de velar por las reglas del juego. Los siete jugadores sancionados no pueden competir en el juego Counter Strike: Global Offensive (CS:GO) organizado y promocionado por las empresas adheridas a la ESIC.
No ha trascendido quiénes habían emitido apuestas a partidas en las cuales habrían participado los protagonistas, pero tal circunstancia constituye una violación el Código Anti Corrupción que posee ESIC.
La emisión de apuestas a cargo de jugadores profesionales es una grave razón de fraude y riesgo a la integridad de la práctica deportiva.
ESIC mantiene un proceso de investigación de competiciones desarrolladas en años pasados al tener serias sospechas que pudieran haberse vulnerado las reglas del juego a cargo de 37 entrenadores de equipos de eSports en al menos 99.560 partidas. A finales de septiembre la ESIC admitía que sólo había podido revisar el 20% del total de esas partidas.