La iniciativa legislativa genera dudas entre los eventuales aspirantes porque las licencias tendrían una validez de apenas 1 año, que deberían ser prorrogadas por un coste todavía desconocido.
Las apuestas presenciales quedarían limitadas a casinos gestionados por tribus indígenas e hipódromos, y en paralelo se habilitaría la opción online (web y móvil). El proyecto de ley 410 otorga a las marcas de Apuestas la posibilidad de establecer acuerdos mercantiles con los casinos e hipódromos a su elección.
Aparentemente más claro estaría el capítulo tributario: tipo del 6% sobre el win en aquellas apuestas validadas en casinos e hipódromos, y 8% sobre la misma base imponible si la apuesta se realiza a través de aplicación móvil o sitio web.