Que la Gambling Commission valore fijar un límite de pérdidas mensual de los apostantes online levanta las alertas sobre el impacto real que en última instancia pueda adoptar el consumidor, por lo que ya hay políticos que piden una solución de consenso entre industria y regulador.
Si la semana pasada nos hacíamos eco del informe realizado por PwC del mercado Punto uk que advertía un crecimiento del destino a mercados no autorizados por parte de los consumidores británicos, el hecho que el ente regulador valore en el documento sometido a información pública una posible limitación de pérdidas entre los consumidores ha abierto un debate muy serio que ya ha impactado en el Parlamento, particularmente entre aquellos diputados representativos de distritos que albergan los más populares hipódromos del Reino Unido como Cheltenham o Antree.
El diputado Laurence Robertson, en declaraciones recogidas por Racing Post, ha expresado sus temores sobre la sostenibilidad de la industria hípica sin la contribución de las Apuestas, cuyo rédito anual cifra en torno a los 350 millones de libras esterlinas.
A juicio de Robertson, los apostantes online podrían buscar otros operadores radicados en portales ilegales sin cobertura de las autoridades británicas para satisfacer su demanda. La alternativa que plantea para revertir escenarios de riesgo el también asesor del Betting and Gaming Council sería que la industria del Juego fuera requerida a avanzar en la identificación y prevención de clientes con perfiles de riesgo y evitar el rechazo del cliente que optaría por acudir a un 'mercado negro', que todavía sería más perjudicial.