La Administración catalana asigna restricciones de aforo en tres municipios de gran densidad de población en el Vallès Oriental, además de recomendar la permanencia en el domicilio y limitar la circulación, pero el Juzgado rechaza su implementación en Terrassa.
Los perjuicios económicos a las empresas operadoras, cuyas máquinas B han permanecido en el interior de establecimientos de hostelería con importantes limitaciones de aforo e incluso con el mismo cierre como ocurrió en numerosas poblaciones de la comarca leridana del Segrià ha determinado que Andemar Catalunya haya presentado formalmente una petición de bonificación de la tasa de juego que evalúe las consecuencias en la actividad por las medidas imperativas adoptadas en su momento.
El argumentario refiere "los perjuicios económicos por el cierre del interior de los establecimientos de hostelería en municipios del Segrià y por la limitación del 50% del aforo en numerosos locales de Catalunya".
Por su parte, desde ayer 25 de agosto rigen las restricciones adoptadas por la Generalitat en los municipios de Canovelles, Granollers y Les Franqueses del Vallès en hostelería y restauración. El aforo de los locales se limita al 50%, la distancia mínima entre mesas se fija en 1'5 metros entre mesas o agrupaciones de mesas con un máximo de 10 personas, y en las terrazas el límite de ocupación es del 50%. El cierre se fija en la 1 hora de la madrugada.
El Juzgado, sin embargo, no ha homologado aplicar estas mismas medidas en Terrassa al entender que los datos aportados sobre la evolución epidemiológica de la Covid-19 muestran que el municipio "no se encuentra, ni mucho menos, en peor situación que otros ni, tampoco, que su situación haya empeorado de forma reciente".