Martín Vila ejemplifica el desenfoque y la ignorancia sobre el marco legal del Juego en España realizando afirmaciones cargadas de errores como argumento, en este caso, de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad de Cádiz que limita la implantación de locales de juego presenciales.
La miopía política y regulatoria, pero sobre todo la demagogia, el maniqueísmo y el populismo vuelven a ponerse de manifiesto en las expresiones realizadas por el concejal de Urbanismo del consistorio gaditano, luego que el viernes prosperara la modificación del PGOU que limita nuevos establecimientos de juego de gestión privada en el municipio a una distancia de 500 metros de centros educativos, centros deportivos o centros culturales. Es decir, supera lo establecido en la vigente ley del Juego de Andalucía.
Más allá de las consecuencias legales que puedan acometer aquellas empresas que pudieran verse afectadas por la medida al interpretar eventuales contradicciones sobre el marco regulatorio, ponemos el foco en las declaraciones de Martín Vila que, tras prosperar la moción realizó una serie de afirmaciones impropias de un gestor público al sumar un caudal de falacias y desconocimiento que sólo pueden entenderse desde la ideología más sectaria.
En primer lugar, acusó al Gobierno de la Junta de "intentar confundir al entender que hay dudas legales respecto del vigente marco competencial autonómico" y, acto seguido, señalar que "el PP defiende los intereses de las casas de apuestas". En segundo lugar, aseguró que "el PP promulgó la ley estatal del Juego ¡en 2012!, que fue el punto de partida para la proliferación de estos negocios en un momento en que el PP tuvo en cartera como ministro a ¡Salvador Catalá!" Aparte del error de fechas, pues la norma se remonta a 2011, la ley se limitó a regular el mercado Online o Punto es, en absoluto los locales presenciales de Apuestas, cuya competencia es autonómica. Aseguró Martín Vila que "es constatable que las casas de apuestas son un problema de salud pública porque así lo declara la Organización Mundial de la Salud". Ahí es nada: anhelamos saber dónde se ha generado tal afirmación. Por supuesto, no faltaron los mantras habituales, "que las casas de apuestas se ceban en la gente que vive más precariamente desde el reclamo de obtener dinero de forma rápida, sencilla y directa". ¿Estaría pensando en los juegos de titularidad pública que sugieren cambiar la vida de sus clientes?