Las B 'especiales', cuyo ámbito de implantación se limita a Salones y Bingos, observaron un importante crecimiento de 401 máquinas al cerrar el ejercicio, y también las B lights mostraron un alza de 94 unidades en el interanual.
El funesto año 2020 ha tenido un impacto claro en las tomas de decisión del parque B a cargo de las empresas operadoras catalanas. El número de unidades B 'contingentado', es decir, aquellas autorizaciones destinadas principalmente a bares, restaurantes y asimilados, pero que también podrían estar operando en salones y bingos, descendió a 35.519 máquinas a fecha 31 de diciembre de 2020, lo que significa una caída respecto del mismo período de 2019 superior al millar de unidades.
Otro tanto ha sucedido respecto de las B 'no contingentadas', cuyo ámbito de actuación son salones y bingos en exclusiva, puesto que las 1.413 unidades con las que concluyó 2019 se han transformado un año después en una cantidad menor de 885 máquinas.
Las 'B especiales', exclusivamente focalizadas en salones y bingos, evolucionaron claramente al alza en el interanual concretando un total de 771 máquinas, prácticamente el doble sobre las 370 contabilizadas un año atrás.
La figura tributaria de la 'baja temporal' está ejerciendo un rol preponderante en las actuales circunstancias. Así lo refleja el hecho que las B 'contingentadas' acogidas a esta opción hayan crecido hasta las 5.334 unidades, lo que ha tenido una consecuencia significativa en la capacidad abierta a las empresas operadoras de explorar la alternativa de la B light en Hostelería (máquinas con precio de partida limitado y un menor jackpot) que en el interanual ha observado un crecimiento de 94 unidades hasta las 491 en explotación a 31 de diciembre de 2020.
La 'baja temporal' es prácticamente una anécdota, tanto en el parque B 'no contingentado' como en el de las 'B especiales': en el primer caso son 53 las máquinas en esta situación, mientras en el segundo su número es de apenas 17.