La actividad de las cinco salas operativas en el trimestre final de ejercicio se resintió notablemente por las medidas administrativas, siendo el mes de noviembre el más damnificado con unos guarismos ínfimos.
Muy difícil período para las salas de bingo murcianas, pero al menos la expectativa cierta que en todo negocio genera el hecho que pueda desarrollarse la actividad, aunque sea al ralentí como ocurre ante las restricciones de aforo y horarias a las que se vieron sometidas, también en octubre/diciembre de 2020.
Los 4'32 millones de euros facturados en el cuarto trimestre del año reflejan esa difícil conciliación con las limitaciones administrativas. El guarismo es muy inferior a los 6'60 millones contabilizados como facturación por venta de cartones de bingo en el período julio/septiembre de 2020 entonces con valores anormales para el verano.
El mejor registro trimestral correspondió al mes de diciembre con 2'21 millones de euros y fue en noviembre cuando el desarrollo de la actividad resultó prácticamente inviable al contabilizarse 0'24 millones de euros.