El secretario General de ANESAR reivindica como claves "regular y no prohibir para proteger a la población", y en el capítulo sancionador lamentar la supresión de la capacidad de modular las sanciones.
La intervención de Juan Lacarra recalcó el arraigo de las empresas operadoras radicadas en Cantabria durante más de cuatro décadas, empresas que generan empleos en la región y que pagan sus impuestos desde siempre. Y lo hizo como oposición a esa percepción que Sus Señorías siguen transmitiendo como si las empresas estuvieran radicadas en Gibraltar. "Nada más lejos de la realidad. Son empresas de aquí, que desempeñan su actividad desde hace décadas", precisó.
Lamentó que el proyecto de ley en trámite sea "muy reglamentista" y que en su redacción traslade un mensaje de freno a la inversión empresarial. "Impedir que las empresas crezcan significa que no nos ponen fácil a las empresas reinvertir".
Recordó las alegaciones presentadas por ANESAR, tanto respecto de las distancias como de las opciones de traslado y las autorizaciones. Igualmente criticó el "muy notable incremento de las sanciones mínimas y que la horquilla de las muy graves pase de 10.000 a 30.000 euros y sin opción de modular, circunstancia que se ha suprimido en el nuevo texto".
Recordó Lacarra que, pese a la obsesión sobre la publicidad "se dedican cuatro páginas a ello en el proyecto de ley", "pero es que nuestro sector Salones nunca puede hacer publicidad".