El protocolo seguido en este caso por los cacos no utilizó la violencia contra la puerta de acceso del establecimiento situado en la parroquia de Beade (Ourense), sino que sus autores esperaron la llegada de la persona de limpieza y que ésta desconectara la alarma
Iban armados con un gran martillo y un mazo con el cual amenazaron a la empleada, mientras ocultaban su rostro con una capucha.
Al parecer, sabían que en la caja registradora no había dinero por lo que se dirigieron directamente a la máquina B, que estaba protegida por una caja acorazada alrededor de la misma, por lo que exigieron la llave de la misma.
La empleada les dijo que no la tenía por lo que optaron por una radial con la que desarmaron la caja y posteriormente con el gran martillo se hicieron con el dinero de la misma, cuya cuantía no ha trascendido.
Los autores fueron al menos dos, según las cámaras de seguridad. Mientras manipulaban la máquina, la alarma se activó por lo que abandonaron el local rápidamente.
Las sospechas de Policía Nacional se dirigen a personas de la zona por el conocimiento que en todo momento demostraron sobre el lugar y su operativa diaria.