El beneficio operativo del ejercicio 2020, condicionado por el confinamiento y las restricciones impuestas durante la pandemia, alcanzó los 126 millones de euros.
Fue un año absolutamente anormal durante el cual hubo un 45% menos de horas productivas que en un ejercicio convencional. La actividad de las diferentes unidades de negocio se vieron fuertemente impactadas por el cierre generalizado de todas sus operaciones en el mundo, además de las constantes restricciones en los sectores de la Hostelería y del Juego.
Factores que han condicionado la evolución de un 2020, cuyo bimestre inicial registró un crecimiento del 28% respecto del año anterior.
A pesar de la fuerte reducción de la capacidad operativa, la implementación del programa 'Juega Seguro', acreditado por la consultora independiente Full Audit, y la adopción de diversos planes de contención, han contribuido decisivamente a amortiguar los costes consolidando un ahorro del 60% y propiciar una progresiva recuperación del cliente tras cada una de las reaperturas.
En el último trimestre de 2020 obtuvo un beneficio operativo de 51 millones de euros, período durante el cual la facturación alcanzó los 211 millones de euros.
CIRSA recalcó en el comunicado oficial remitido ayer a los medios la sólida estructura financiera del Grupo que permitió mantener elevados niveles de liquidez a lo largo del año y la buena recuperación mostrada tras cada una de las reaperturas.
Fue en el último trimestre cuando reabrieron las actividades en Panamá y en Perú. Las Divisiones de Slots y B2B se beneficiaron de la buena dinámica de las más recientes creaciones B para Hostelería, Manhattan y El Oro del Faraón, el crecimiento paulatino del sistema de gestión de establecimientos de juego (Forward Systems) y el lanzamiento comercial de Storm Cash. La unidad de Salones también acusó las restricciones autonómicas adoptadas en España, aunque tras las reaperturas incorporaron los planes de 'Juega Seguro' y la aceptación de los clientes ha sido bien acogida.