CEJ reitera "la dramática situación del sector del Bingo en España" y lamenta "la nula señal de apoyo, salvo contadas excepciones".
Pesimismo y coincidencia en la necesidad de ayuda pública en el Comité Ejecutivo de CEJ que mantuvo ayer una reunión para evaluar la coyuntura que atraviesa el sector. La conclusión de un período que ha conllevado el cierre de la actividad del 15 de marzo al 8 de junio y la apertura de salas escalonadamente desde esa fecha, pero con muchas todavía sin aperturar, no puede ser más negativa.
"La pandemia representa un durísimo golpe a nuestra oferta de ocio. Además, no vemos señales de apoyo en las Administraciones, salvo contadas excepciones", explica el presidente de CEJ, Fernando Henar.
Cuantitativamente las estimaciones de CEJ apuntan a una caída del 51% entre enero/agosto, pero la previsión a final de año alcanzaría el 45%. "Hemos enviado mensajes de ayuda, bonificaciones en las tasas para recuperar la oferta de premios y casi siempre hemos tenido el silencio más desalentador", señala Henar.
La modalidad del bingo electrónico prevé una caída del 17'2% al final de 2020, pero sus guarismos comparativamente con el bingo tradicional son significativamente inferiores.
CEJ espera con anhelo la prórroga de los ERTEs, pero también bonificaciones fiscales.