ANESAR cuantifica un descenso global del 60% en el conjunto de Salones de Juego en España a causa de los cierres, y de las enormes restricciones de aforo y horarios.
Son circunstancias que repercuten directamente en la capacidad productiva de las empresas y, en consecuencia, en la capacidad económica a considerar fiscalmente. Por eso ANESAR pone el ejemplo de Cantabria, donde la semana pasada se aprobó la suspensión temporal de las autorizaciones de explotación e instalación de máquinas recreativas; suspensión que abarca todo el período en que los establecimientos de hostelería y de juego permanecieron o han permanecido cerrados en cumplimiento de la normativa sanitaria de la Covid-19.
ANESAR lamenta que "no todas las comunidades han realizado siquiera una exención de la emprendida por Cantabria". Para la entidad que preside José Vall, "la medida aprobada en Cantabria supone tranquilidad para el sector".
De todas formas, ANESAR recuerda que se trata de una medida de 'justicia fiscal'. "La exención fiscal en el período en que los establecimientos han permanecido cerrados no supone en absoluto ninguna ayuda a nuestra actividad".
En esa línea piden a las Administraciones "un esfuerzo mayor para aprobar deducciones o bonificaciones en las tasas correspondientes a aquellos meses del año 2020 y 2021 en que la actividad permanezca limitada tanto en aforo como en horario o cualquier otro supuesto, como ya ha realizado la Junta de Andalucía, o bien mediante la utilización de otras fórmulas como el incremento del número de bajas temporales de máquinas permitidas en tanto dure la pandemia".