ANESAR reflexiona sobre la difícil coyuntura que están atravesando las empresas operadoras de Salón a partir de las preguntas formuladas por la revista Joc Privat (JP-342) que buscan evaluar el impacto, pero también alternativas viables que aseguren la viabilidad delos negocios.
El secretario General de ANESAR, Juan Lacarra, reconoce la dificultad de extraer conclusiones “ante unas circunstancias tan sumamente inhabituales y extrañas como las que no han tocado vivir en razón de la pandemia”. Una dificultad que se ha acentuado ante la celeridad que han acompañado los acontecimientos. “Administraciones y Gobiernos no siempre han acertado con sus medidas, y en ocasiones hemos visto como se nos trataba sin atender a criterios sanitarios, con una discriminación muy difícil de entender e imposible de explicar por parte de quien las ha tomado. Al igual que muchos otros sectores económicos las empresas de nuestro sector están realizando un gran esfuerzo, y no queda otra que seguir haciéndolo”.
Desde ANESAR se insta a las empresas a un esfuerzo adicional.
“Tenemos que trabajar sin complejos en la labor de acceso, como sector muy afectado, a todo tipo de ayudas a las que puedan acceder otro tipo de actividades, además de recurrir a todas las instancias que sean necesarias para revertir situaciones de discriminación que no se sostienen de ninguna manera”
ANESAR evalúa las circunstancias que tienen que afrontar las empresas.
“En la óptica tributaria ha habido de todo. En algunas podríamos hablar de sensibilidad o más propiamente del simple reconocimiento fiscal de una capacidad económica y productiva nula o muy mermada por las circunstancias. La realidad es que otras no han tenido ni siquiera este reconocimiento”. No ha sido muy diferente la respuesta asimétrica que han deparado en la perspectiva administrativa. “En las aperturas hemos afrontado de todo. Hemos intentado demostrar que nuestra actividad tiene más de actividad de ocio o comercial que de otra cosa y de que nuestros locales son muy seguros, incluso mucho más que el resto si tenemos en cuenta la trazabilidad que permiten nuestros controles de acceso, etc… Sin embargo muchos no nos han querido escuchar y han adoptado medidas que nos cuesta mucho ver su justificación en términos sanitarios”.
La labor desplegada ha sido extensa y exhaustiva.
“Siempre puede quedar la sensación que podría hacerse más, pero el problema frecuentemente es saber el qué y acertar. Si lo supiéramos, con seguridad lo haríamos. Esto es lo complicado, y más cuando a nuestros interlocutores no parecen interesarles los datos, sino únicamente tomas de decisión basadas en la ideología y en la doctrina preconcebida. Si no fuera así, no se explica el distinto trato recibido por el ámbito privado con respecto al ámbito público. Los datos los tienen, nuestra disposición también a hablar. Unos nos escuchan más y otro menos. Y otros nada. Ni nos reciben. Así es muy complicado ciertamente. Los Gobiernos debieran tener en cuenta que detrás de nuestro sector hay muchas familias que viven de él, y esto no es ideología esto es la realidad”
¿Cuál está siendo la experiencia del teletrabajo en la relación con las Administraciones?
En la óptica de ANESAR la dificultad del momento no distingue a las empresas, ni a las Administraciones. “No sé si es cuestión de que el teletrabajo o el trabajo presencial sean mejores o peores herramientas. Si se utilizan bien ambas serán buenas. Lo que sí está claro es que con la nueva forma de trabajar se pierde contacto y seguramente rapidez en la resolución de los problemas que pueden surgir en el día a día de las empresas. Y esto está pasando en algunas Administraciones. Las herramientas telemáticas o de registro electrónico no cabe duda que son buenas porque evitan a las empresas desplazamientos y ahorran costes, pero en sí mismas no aseguran la respuesta rápida que en muchas ocasiones precisan las empresas”, explica Juan Lacarra.
¿Qué objetivos se marca ANESAR en el primer semestre de 2021?
El mantenimiento de la apertura de los Salones es necesariamente el primer objetivo para ANESAR. “Superado el ecuador del mes de enero y conocidos los índices epidemiológicos en los distintos territorios, nuestro objetivo más inmediato ha de ser mantener la actividad abierta o las reaperturas en aquellos territorios en que todavía no podemos abrir. Y ésto tendrá que ser así seguramente durante el primer semestre del año. Al margen de la pandemia, debemos insistir en los datos y en que nuestra actividad es la garantía para un juego seguro y controlado. Y que todo ello tendrá que ser c0onsiderado en las normativas que tenemos que afrontar en los próximos meses”, aventura Juan Lacarra.