La nueva legislación pretende rebajar al 50% el porcentaje destinado a premios en cada partida para reorientar más dinero a causas sociales, pero el rechazo social motivó ayer una nutrida protesta ante la Cámara legislativa.
La norma, que rige desde el 1 de diciembre, nace con el objetivo de "modernizar la promoción de los juegos de azar presenciales".
Los primeros 50.000 euros en apuestas tomados por las empresas independientes quedan exonerados fiscalmente, lo que advierte el arraigo social que las apuestas siguen mostrando en Irlanda.
Los partidos de la oposición consensuaron una enmienda el mismo día de las protestas frente al Parlamento que fija el porcentaje a premios del Bingo en "no más del 75%".
El nuevo presidente del Eurogrupo adoptó bonificaciones fiscales para los pequeños operadores de Apuestas y rebatió objetivamente que éstas no comprometían los rendimientos de la Lotería Nacional irlandesa.
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