La Secretaría de Evaluación, Planificación, Energía y Lotería del Gobierno brasileño otorga al Ministerio de Economía la capacidad de crear el ente regulador que debería estar constituido en un plazo de 6 meses.
No habrá límite en el número de licencias a emitir, aunque la previsión es que no superen una duración de 5 años. La fianza a depositar por las marcas que concurran en este mercado tendrán que depositar una fianza para optar a la licencia de 4'2 millones de euros.
Los operadores no brasileños tienen que crear una filial con sede en territorio de Brasil, además de suficiente capital y capacidad económica y financiera para operar.
Los licenciatarios tendrán que promover políticas de juego responsable, proporcionar información e incluir mensajes en las acciones de marketing que eventualmente desarrollen.
Los criterios a los cuales deberán subordinarse los operadores que esperen alcanzar la licencia serán comunicados en un plazo de tiempo que no puede superar los 4 meses.
Previsiblemente el presidente Jair Bolsonaro firmará la normativa el 10 de mayo y su efectividad deberá ser una realidad antes del 10 de agosto. En ese espacio de tiempo sabremos qué tipo de modalidades de apuestas podrán ser comercializadas en Brasil.
Otro tema que sigue un procedimiento paralelo y con mayores dudas sobre si será una realidad es el relativo a la legalización de casinos, carreras de caballos, máquinas de azar, bingo y juego online. Tras varias semanas, el proyecto de ley sigue anclado en el Senado.