No hay prórroga por lo que sólo aquellos establecimientos adecuados al nuevo protocolo el 16 de noviembre podrán abrir sus puertas en la jornada del miércoles próximo.

Aquellos locales que tengan resuelto el control de acceso en fecha habrán despejado una de las numerosísimas cuestiones que penden sobre el sector en el País Vasco y que parecen haber llegado para configurarse como una auténtica 'tormenta perfecta'.

El 16 de noviembre los Salones deben incluir sistemas de control de admisión en cada una de las entradas a sus instalaciones; habilitar un sistema informático de conexión al Registro de Interdicciones de Aceso al Juego del Gobierno Vasco, y designar a una persona que actúe como interlocutora del establecimiento y asuma la responsabilidad de control de acceso.

Además, el personal laboral del establecimiento tiene que acreditar una 'declaración responsable' conforme ha recibido formación sobre la obligación del control y sistema de verificación y reconocimiento electrónico. En un estadio siguiente la realización del curso de capacitación del empleado obliga a la empresa a que el trabajador consuma parte de su jornada laboral a prepararse para superar este sobrevenido protocolo creado por el Ejecutivo autonómico.

Los Salones también tienen que adecuarse al máximo de 12 permisos BS estipulados en el decreto 19/2022, de 8 de febrero, y que el máximo de puestos de máquinas de juego quede asignado en 1 puesto por cada 3 metros cuadrados.

A estos requisitos reglamentarios se añaden los incrementos de costes que sólo el suministro eléctrico representa para un establecimiento convencional, la incerteza sobre el impacto en las cuentas de explotación de los Salones que supondrá la instalación de los controles en una clientela que a menudo acudía a los mismos para utilizar simplemente su servicio de hostelería y naturalmente el efecto que la crisis está repercutiendo en el potencial consumidor que probablemente reduzca su tiempo y presupuesto para ocio.

Sin embargo, la tormenta perfecta todavía tenía reservada una derivada adicional que de momento las empresas observan con preocupación en tercera persona, ya que su gestión se está dirimiendo en la conjunción de Ejecutivo autonómico, Ertzaintza, y fabricantes y proveedores de sistemas en razón de un proyecto de Orden que desde el sector esperan pueda dilatarse hasta avanzado el primer trimestre de 2023 debido precisamente a la enorme carga de temas que tienen actualmente sobre la mesa con el consiguiente coste inversor.

En el reglamento del 8 de febrero el artículo 111.h, j, k imponía a las máquinas B "la exigencia de sistemas de acceso a las áreas críticas, a los sistemas de comunicación de la máquina, a los sistemas y dispositivos de aceptación de dinero y pago de premios, y al resto de requisitos de software necesarios para la seguridad de las operaciones de juego".

Habrá tiempo de analizar el impacto en la oferta de contenidos del Salón que se está gestando en este ámbito, que de momento ha causado gran sobresalto en el sector de la fabricación.